domingo, 7 de junio de 2009

Dos Meses


Despuntando el alba, aún de noche, el frío bajo cero hacía que el silencio en el andén fuera abrumador. A lo lejos sólo el rumor metálico del animal industrial despertando permitía distinguir algo de humanidad entre aquellos pasillos subterráneos, vías y viejos vagones cisterna. Un olor indefinible, mezcla de tierra húmeda, combustible e hierro completaba la oscura imagen.

Algunas siluetas se vislumbraban entre los pilares del andén, quietas, parecían fantasmas nocturnos expulsando tenues nubes de aliento luchando contra el cortante frío.

Puntual, rompió el silencio una ininteligible voz por megafonía anunciando la llegada del tren y a los pocos segundos apareció al final de la vía una potente luz cual estrella polar en la noche. Fueron instantes de emoción, inquietud, espectación, pensamientos... el tren se acercaba lentamiente como denostando un hipotético cansancio por el largo viaje. Finalmente se detuvo emitiendo resoplidos de alivio desde sus ruedas.

--x--

Hoy hace dos meses que bajasteis de aquel tren para subiros al nuestro, dejando atrás aquel frío. Éste tren en el que desde entonces recorremos juntos las vías del Destino. Y puedo decir que desde el principio, el viaje está siendo para nosotros, el mejor, más divertido y feliz que hubieramos soñado nunca. La luz de vuestra mirada, ilumina nuestras vías.

Así, quiero recordar aquel momento tan mágico, para que podais leer esto dentro de unos años, y entender lo que allí y desde entonces, nos haceis sentir.